

La grande Bouffe
Pintar para reinterpretar un tema de la pintura ha sido corriente desde que Van Gogh le hizo variaciones a algunos cuadros de Millet. Llevar un tema del cine a la pintura, en cambio, es una rareza que no puede pasar desapercibida.
La Grande bouffe de Gabriele Siegrist evoca, en el título, el filme de Marco Ferreri de 1973. Con línea firme, mucho humor y la sensualidad derivada de un perfecto dominio de la anatomía humana, esta pintora suiza residente en Colombia considera el hedonismo de la bacanal romana y lo potencia con la imagen paradisíaca de comer en grupo pero desnudos, algo que Ferreri no vislumbró en su película.
Los personajes de estas obras de Gabriele se interrelacionan de modo fresco y espontáneo. ¿A qué se debe, plásticamente hablando, este necesario ambiente de libertad colectiva tan bien logado? A que el dibujo también es espontáneo. Cada figura, vista aisladamente, es una eficaz construcción de trazos rápidos realizados en segundos. Semejante abordaje técnico le infunde, a la serie, cierto aire de gozosa frescura. Me refiero a una frescura de vida cotidiana que, al margen de los mitos de la antigüedad, reivindica con un criterio contemporáneo la posibilidad de alcanzar el erotismo pleno.
Lejos de ser dioses del Olimpo o nudistas en un campo cerrado, los personajes de Gabriele conversan y departen como simples comensales en una fiesta de domingo. De habérsele ocurrido, Enrique Grau le hubiera puesto picardía a tan bello tema. Gabriele Siegrist, en cambio, le ha puesto la naturalidad. Sus personajes no son ideales como los de Puvis de Chavanne, por ejemplo, sino individuos concretos de aquí y de ahora.
ÁLVARO MEDINA, Agosto 2012
El Tiempo, 8 de octubre 2012
La Luz del Trópico visto por Artistas Europeos
Gabriele ha captado la luz del trópico y muestra en esta exposición de acuarelas de técnica impecable esa maravillla de la luz tropical en todas sus situaciones. Atravez de los siglos otros artistas europeos como los alemánes contemporáneos Guillermo Wiedemann y Leopoldo Richter, Aimé Bonpland compañero del Barón von Humboldt y la grabadora suiza Sybilla Merian (1647-1717 "La Recueil des Plantes des Indes") han mostrado en sus obras su fascinación por la luz totalmente diferente en el trópico - otra luz distinta a la de un verano de Mallorca, un otóno en Paris, un invierno nórdico o una esperada primavera suiza.
Hoy en día con más facilidades de transporte, Gabriele Siegrist también ha viajado a Chile, similar a su tierra natal de Suiza donde contrastan los pinos y los lagos con una flora única y exótica. También nos sorprenderemos con los glaciares de la antártica.
La artista ha perfeccionado a fondo su técnica de acuarela con la inglesa Freda Sargent y entrega a los ojos asombrados de su ciudad de infancia St.Gallen una sorpresiva vista de América del Sur.
ALICIA BARAIBAR
Directora Galería Belarca
Marzo 2001